En los invernaderos, hay una tendencia a tener un alto contenido de humedad durante el día. Esto se debe a las altas temperaturas en el invernadero, mientras que por la noche la tasa de condensación de la humedad del aire es alta debido a las bajas temperaturas. Como resultado, se forma condensación en las superficies más frías, creando un entorno propicio para el moho y hongos como la botritis, que a su vez daña el rendimiento.
La introducción de un deshumidificador en dicho entorno regularía la humedad y la temperatura dentro del invernadero. Al hacerlo, se asegurará de que se evite la condensación y se reduzca en gran medida la amenaza de plagas y enfermedades que roban los cultivos. Además, al regular la temperatura y la humedad, se pueden lograr condiciones climáticas óptimas para el crecimiento de las plantas, lo que resulta en un rendimiento máximo.
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